TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un mundo donde el trabajo suele verse solo como medio de subsistencia, testimonios como el de Chadis Rodríguez, recuerdan que también puede ser un espacio de encuentro con Dios. Ella es secretaria en el Hospital El Carmen y afirma que su verdadera vocación es el servicio al prójimo. Desde el área de atención al cliente, siente que cada gesto de ayuda es una manera de amar. “Me gusta servir a la gente, y cuando los pacientes me dicen gracias, siento que estoy haciendo algo que vale la pena”, expresó.
Labor
Desde otra mirada, doña Teresa, contadora pública, afirma que el trabajo justo es reflejo del amor de Jesús. “No importa si somos obreros o profesionales, todos estamos llamados a actuar con amor, responsabilidad y honestidad. Esa es nuestra forma de dignificarnos y santificarnos como laicos comprometidos con Dios y la Iglesia”, detalla.
En tanto el Padre Jorge Castillo, de la Cuasi parroquia San Juan Evangelista, recuerda que el trabajo no solo sostiene a la familia, sino que es también una respuesta al llamado de Dios. Citando la carta a los Colosenses, afirma que “Cuando trabajamos de corazón, como para el Señor, convertimos nuestras labores cotidianas en ofrenda sagrada”.
1 Santidad
El trabajo justo es más que una obligación, es un camino de santidad si se vive con entrega, honestidad y espíritu de servicio. El trabajo justo es un camino de santificación personal y servicio al prójimo.
2 Dignidad
Todo oficio tiene dignidad, y desde cualquier puesto se puede construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria, si se realiza con amor, honestidad y entrega. El trabajo es una vocación que dignifica.
3 Transformar
El laico cristiano está llamado a transformar el entorno laboral con justicia, alegría y fraternidad. Los laicos están llamados a transformar el mundo desde su entorno laboral, actuando con amor, fe y compromiso cristiano.