
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un año marcado por la agitación política, cuando los discursos encendidos y las confrontaciones entre partidos parecen apoderarse del ambiente nacional, diversos sectores llaman con firmeza a no desistir en la búsqueda de la unidad entre los hondureños. En tiempos donde la polarización amenaza con romper el tejido social, ciudadanos, coinciden en que la esperanza, la conciencia crítica y el compromiso con el bien común deben prevalecer sobre la confrontación.
El analista político Carlos Arévalo, manifiesta que los malos políticos incitan a la población a volverse agresiva, a cargarse de más problemas de los que ya se tienen, pero, hace un llamado a no dejarse engañar. “No podemos permitir que nos manipulen con discursos de odio, necesitamos elegir funcionarios con valores morales y espirituales, con la caridad de Cristo en el corazón”, expresó.
Desde el ámbito académico, la rectora de la Universidad Católica de Honduras (UNICAH), Marleni Santos, expresó su preocupación por el desinterés de los jóvenes en la política. “Un 70% de nuestros universitarios señala que no le interesan los temas políticos y han dejado de creer en los liderazgos actuales. Como universidad fomentamos el pensamiento crítico y creemos que este es el momento para fortalecer los espacios de participación ciudadana. Necesitamos líderes con principios éticos que saquen adelante nuestro país”, afirmó Santos.
En un tono más espiritual, la catequista Julia Drechsel reflexionó sobre el papel de la fe en tiempos difíciles: “Vivimos tiempos marcados por guerras, muertes y divisiones. Este año político también es un año jubilar, por lo que invitó a no perder la esperanza”, detalló. En tanto, el padre Wilson Canizales, Vicario de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, enfatizó el peligro de seguir discursos que promueven el odio. “La paz está condenada a enfrentarse con la guerra si seguimos alimentando la división.
Un país dividido no puede subsistir, una familia dividida tampoco y Honduras es una familia”, subrayó. Además, el presbítero, instó a la población a desarrollar un “criterio fino” para reconocer los verdaderos liderazgos. “Honduras no merece seguir viviendo en la discordia, y solo quiere paz”, finalizó.
Realidad
Más allá de ideologías y partidos, la ciudadanía solo quiere unidad y los entrevistados coinciden en que la paz no es un regalo, es una construcción colectiva que requiere voluntad, conciencia y compromiso real. Y en este año político no puede ser una excusa para el odio, debe ser una oportunidad para crecer como nación.