Cuando se defiende la fe, se defiende a Cristo

Jesucristo instituyó la Iglesia, y la tradición apostólica es un sustento que ha permitido cuidar la verdad

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para este tema, el padre Luis Toro, conocido por sus debates con cristianos de otras denominaciones, nos comenta y cita al papa san Juan Pablo II, quien decía: “La fe es importante que se conozca, se viva, se enseñe y se defienda”. Es importante conocer el término “Apologética”, ya que es una disciplina teológica practicada desde los albores de la Iglesia para la defensa de la fe. Esencialmente, respondía a injustas acusaciones dirigidas a la Iglesia desde distintos ámbitos. Los Padres Apostólicos la practicaron, aunque quienes la cultivaron más explícitamente fueron los Padres Apologistas.

Expresiones

“Si nosotros no nos preparamos, no podemos darla a conocer (la fe), y eso se llama evangelizar”, nos comentó el padre Toro. La importancia de la formación bíblica debe ser clave para los católicos, pero la sola Escritura no sostiene por sí sola la fe católica; entre los pilares fundamentales también están la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, conformando juntos la triple fuente de la Revelación. “Debemos estar preparados. Muchos evangélicos nos atacan y hacen que se tambalee nuestra fe, pero con conocimiento firme y bíblico podemos mantenernos”, afirma el presbítero, aludiendo a que la fe evangélica se sustenta únicamente en la Escritura.

En el Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral 87, que habla sobre el Depósito de la Fe, se menciona: “Es el contenido en la Sagrada Tradición y en la Sagrada Escritura, y que fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia. Fiel a dicho depósito, todo el pueblo santo, unido a sus pastores, persevera constantemente en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones, de modo que se cree una particular concordia entre pastores y fieles en conservar, practicar y profesar la fe recibida.

Toda la Iglesia está llamada a la formación, a través de la vida sacramental, comunitaria e intelectual, para que la semilla de la fe pueda crecer como el grano de mostaza y se convierta en un gran arbusto del que muchos puedan alimentarse, formando así el Reino de Dios

1 Escritura

La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo.

2 Magisterio

El Magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñarla puramente según lo transmitido, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo.

3 Tradición

Se recibe de la Palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y se transmite íntegra a sus sucesores, para que ellos, iluminados por el Espíritu de la Verdad, la conserven fielmente.

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