
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Fueron años de escucha, aprendizaje, de reflexión que nos dejó su santidad el Papa Francisco, que estuvo por 12 años como ese Sucesor de Pedro, ahora le toca al nuevo Pontífice asumir el liderazgo de la Iglesia Católica y el cual enfrentará una serie de desafíos. El Padre Ricardo Sevilla, Párroco de la comunidad San José Obrero de Tegucigalpa, explica que parte de esos retos que deberá hacerle frente el nuevo Papa es “Luchar con esa desigualdad que existe a nivel social, los conflictos armados que se están dando y la indiferencia religiosa, ese modernismo que cada día nos quiere apartar de Dios y sin dejar la corrupción que impera en América Latina, pero el papel que debemos jugar es acompañar en oración a ese nuevo guía”.
Expectativas
La cercanía del Papa con el Pueblo de Dios no es una estrategia, sino una vocación evangélica. Es signo de una Iglesia que, como madre, camina con sus hijos, consuela, guía y escucha, sin imponer distancia y con un corazón de pastor, es por ello que, el dirigente obrero Daniel Durón, es del criterio que ellos como clase obrera esperan que el Santo Padre que se estará eligiendo siga siendo ese guía que acompañe al pueblo, a los más desposeídos del mundo.
Criterio que igual comparte el analista José Azcona, quien manifiesta, que, “El pastor de la Iglesia católica deberá seguir adelante sin olvidar el trabajo del Papa Francisco, aunque traerá su propia personalidad, pero deberá perseguir esos caminos de inclusión, de humildad, tolerancia y tratar de adaptarse al mundo moderno, pero sin perder su identidad, su espíritu esencial y se espera que sea un papa diestro que siga esa tarea de servir”.
A criterio de los expertos el Sucesor de Pedro debe ser un puente entre continuidad y renovación, entre la fidelidad a Cristo y la escucha del mundo, donde deberá tener claro que hereda un camino abierto por Francisco y debe discernir si continuar, corregir o profundizar, siempre con corazón de pastor.