La crisis de fe puede manifestarse de diversas formas: dudas, desilusión o incluso una sensación de desconexión con lo divino. En estos momentos de vulnerabilidad, la oración se erige como un refugio y un medio de comunicación directa con Dios. A través de la oración, los creyentes pue- den expresar sus inquietudes, buscar respuestas y encontrar consuelo en la presencia de Dios Padre.
Textos
En la Carta a los Hebreos nos habla Dios y nos dice que por nuestra propia fe creemos en todo lo que se ha creado desde el cielo y así mismo en la tierra, al decir “La fe es como aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver” (11, 1).
Las Sagradas Escrituras nos ofrecen numerosas citas sobre la fe. Como verdaderos cristianos, es esencial mantener una comunión viva con Dios. A pesar de la tristeza, el agobio o el enojo, nuestro corazón y mente deben estar en sintonía para preservar nuestra fe y evitar que se quiebre. El Padre Jony Murillo, Párroco de la comunidad San José, nos aconseja sobre cómo enfrentar una crisis de fe al decir que “Es fundamental abordar las dudas de manera honesta. La reflexión personal, la lectura de la Palabra de Dios y el diálogo con personas de confianza son útiles. El acompañamiento espiritual brinda un espacio seguro para explorar estos sentimientos. Participar en la Eucaristía y en comunidades de fe puede ofrecer nuevas perspectivas. Lo esencial es tomarse el tiempo para cuestionar y reconstruir la fe, sin apresurarse a encontrar respuestas”.
