El Santo Rosario es una devoción mariana que, a lo largo de la historia, ha ayudado a los cristianos a combatir el mal y mantenerse adheridos a la vida de Jesús. Más que una oración repetitiva, el Rosario es una herramienta poderosa cuando se reza con fe y propósito, como explica el Padre Gustavo Gónzález, párroco de la comunidad Nuestra Señora del Santo Rosario en Sabanagrande, Francisco Morazán “Los cristianos no deben caer en una zona de confort, donde solo rezar el Rosario se convierta en conformismo, debilitándonos espiritualmente” detalló. Según el presbítero González, es esencial acompañar esta oración con sacrificios y actos de misericordia, evitando la crítica, la envidia y la soberbia. De esta manera, se busca ser una mejor versión de uno mismo cada día, siguiendo el ejemplo de Cristo.

2002
AÑO
en que San Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos con la publicación de la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae en el mes de octubre, donde se medita de la vida pública de Jesús.

Guía

El Santo Rosario no solo ofrece un camino de oración, sino también una guía para la transformación personal. Miriam Salgado, devota del Santo Rosario, comparte su experiencia: “A mí me ha ayudado en primer lugar conociendo la vida de Jesús, porque eso es cada rosa, la vida de Jesús. Cuando no tengo paz, el Rosario me da paz”. Para Salgado, esta devoción es mucho más que un simple ritual; es un arma espiritual que intercede por aquellos que más lo necesitan y guía a los fieles en su proceso de conversión. “El Rosario definitivamente es un arma poderosa, un hilo que envuelve personas, situaciones y nos lleva a la conversión”, dijo.

En resumen, el Santo Rosario es más que una serie de plegarias; es un camino de crecimiento espiritual que permite al cristiano acercarse a Dios a través de la intercesión de la Virgen María. Esta práctica, además de proporcionar consuelo y fortaleza, puede llevar a la verdadera transformación si se reza con fe, sacrificio y un corazón abierto a la gracia divina.

Padre Gustavo González, párroco de Nuestra Señora del Santo Rosario
“Los cristianos no deben caer en una zona de confort en la que simplemente rezar el Rosario se convierta en un acto de conformismo, porque eso puede debilitarnos espiritualmente. Al contrario, debemos acompañar la oración con sacrificios y acciones concretas, como el ayuno, la misericordia, y evitar la crítica, la envidia o la soberbia. De esta manera, nos acercamos a Dios y buscamos ser una mejor versión de nosotros mismos cada día.”

Miriam Salgado, Devota      
“El Rosario definitivamente es un arma poderosa, como lo dice la misma Virgen María. No es un arma de guerra en el sentido físico, sino un hilo que envuelve personas y situaciones. Cuando rezo el Rosario, siento que puedo caminar el camino de la conversión, porque cada rosa representa un aspecto de la vida de Jesús. En momentos de angustia, el Rosario me da paz y consuelo, y a través de él, puedo interceder por aquellos que están enfermos o pasando por dificultades.”

San Juan Pablo II, Santo       
“El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo”.

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