Frente al estadio de Juticalpa fue el punto de encuentro donde se reunió una gran cantidad de personas, las que de antemano habían sido invitadas para iniciar la gran procesión que culminó frente a la Catedral Inmaculada Concepción de María de esta ciudad, en donde con la celebración de la Santa Eucaristía, se dio inicio al Año Jubilar 2025, en la cual estuvo presente todo el clero de la Diócesis y la feligresía en general.
Durante el recorrido la animación fue congruente ya que las parroquias se identificaron desde muy temprano en el lugar de inicio. La santa eucaristía se celebró en la nueva calle peatonal que está situada frente a la catedral la cual la feligresía la invadió de extremo a extremo.
Cada paso que se dio en esta jornada, sirvió para contemplar el amor de Dios, acrecentar la fe y fortalecer la unión, además es una oportunidad para comen- tar la cultura del encuentro con Cristo que camina con la feligresía y guía hacia la plenitud del reino. También esta actividad fue motivo para invocar al Espíritu Santo para iluminar el camino, concediendo la gracia de vivir una experiencia con alegría, humildad, corazón abierto y con espíritu.
Mensaje
Monseñor José Bonello, Obispo de Juticalpa, hizo eco de las palabras de todos los obispos de Honduras al recalcar en su homilía que “Viviremos así el jubileo anclado en un mensaje caracterizado por la esperanza que no defrauda, la esperanza de Dios. Que este 2025 haga de nuestro testimonio creyente levadura de auténtica esperanza, anuncio de cielos nuevos y tierra nueva donde habite la justicia y la concordia entre los pueblos”. De igual forma, Monseñor hizo énfasis en que “la apertura del año jubilar es una invitación a abrir de par en par las puertas de nuestro corazón”.