A diferencia de la Cuaresma con los Misterios de Dolor, en la Pascua nos acompañan los Gloriosos que nos presentan algunos hechos de la Resurrección a manera de rezo. Casi de forma cronológica y según las Sagradas Escrituras, esta práctica mariana también se vuelve pascual.
Importancia
Sin demeritar el valor de los Gozosos, Luminosos y Dolorosos, los Misterios de Gloria reúnen el centro y culmen de la fe cristiana en la Resurrección, momento sin igual en la historia de la salvación.
Guía
Como cada misterio del Rosario, los Gloriosos reflejan que la Resurrección conduce el camino de todo cristiano y más cuando se realiza la práctica del Santo Rosario. “Allí es donde radica la importancia de meditar esta devoción, que es conocida como la oración de los pobres durante el tiempo pascual, porque da ánimo, fuerza y paz, así como lo hizo con los apóstoles”, dijo Ángel Bustillo, miembro de la Legión de María.
En el primero de los misterios, se medita la gran victoria de Jesús y de manera normal se acompaña con la lectura evangélica del acontecimiento. Casi de manera cronológica como lo exponen las Sagradas Escrituras, la subida a los cielos de Jesús luego de cuarenta días de anuncio pascual, conforma un misterio fundamentado en el texto bíblico y que reafirma “Él está sentado a la derecha de Dios Padre”. Con la llegada de “El Paráclito” se contempla y medita lo prometido por Jesús a los apóstoles una vez resucitado.
Dentro de los Misterios Gloriosos se permite al cristiano conocer las diferencias de términos y de acontecimientos. La Ascensión del Señor por méritos propios, queda plasmada en este cuarto misterio que presenta la Asunción de María al cielo por lo que su hijo Jesucristo logró redimir al mundo. Todo culmina con la Coronación como Reina y Señora de todo lo creado.
REZO CONSTANTE
Según la tradición del rezo del Rosario, estos misterios se rezan los miércoles y domingos, pero, al ser portadores de la esperanza y la fe cristianas, podemos rezarlos y meditarlos siempre que nos sintamos debilitados o desanimados.
