La Iglesia que peregrina en la Arquidiócesis de Tegucigalpa cuenta con una hermosa tradición para finalizar un año e iniciar otro, que se extiende desde hace más de 80 años. Inician a las cinco de la mañana del 31 de diciembre y finaliza con la procesión por las calles del centro histórico de la capital.
Gracia
Para el Padre Orvin David Morales, Vicario de la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, participar de esta jornada es un momento privilegiado para dar gracias a Dios por el año que se termina e iniciar uno nuevo, encomendando la vida al Señor, “Es pedir aquellas gracias que necesitamos para seguir madurando en la vida espiritual que conlleva una mejoría en los demás ámbitos humanos”, detalló.
Osman Ávila, feligrés de la Parroquia El Salvador del Mundo, asiste continuamente a esta jornada y el considera que, es muy importante, porque “Me da la fuerza necesaria para afrontar todos los problemas que se puedan avecinar durante todo el año, es hermoso acompañar al Santísimo por las calles de Tegucigalpa, recordar a las familias que preparan estaciones, la bendición y oración que se realiza”.
