El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) fue contundente al señalar que la deficiente atención brindada por el Estado, a la niñez y la juventud hondureña, los ubica como uno de los sectores más vulnerables a la violencia, que dejó entre el 2010 y el 2022, cerca de 32 mil menores fallecidos violentamente y alrededor del 95% de los casos siguen impunes.
La titular del CONADEH, Blanca Izaguirre indicó que para hacerle frente a esa problemática que afecta a la niñez y la juventud hondureña, urge la implementación y el desarrollo adecuado de políticas públicas y de inversión social encaminadas al fortalecimiento de la familia como núcleo social.
Cuestionó la deficiente atención que el Estado ha brindado a la niñez y la juventud, en las últimas décadas, lo que ha generado, en los jóvenes, un marco de pobreza, carente de oportunidades que les permita dignificarse a través del respeto y de una realización propia.
Lo que preocupa al CONADEH, es la persistencia de una visión represiva hacia la niñez y la juventud manifestada a través del endurecimiento de las leyes penales, sin tomar en cuenta los problemas estructurales, expresó.
Familiares entre los principales agresores
La Unidad de Estadística del CONADEH, reveló que los niños y jóvenes están entre las principales víctimas de la violencia en Honduras, en muchos casos se denuncian a personas de su entorno familiar como los principales agresores.
Entre el 2022 y mayo del 2023, el CONADEH atendió 80 denuncias por violaciones a la integridad física contra menores de 18 años, de las cuales, en el 73% de los casos, las principales víctimas eran niñas. En el 65% de los casos las víctimas denunciaron ser objeto de abuso sexual, en un 24% de amenazas a muerte y en un 11% de maltrato físico.
Entre los denunciados figuran, en un 40% familiares, en un 25% particulares, en el 21% personas desconocidas y en el 14% miembros de grupos criminales.