Con una Eucaristía en la parroquia San Ignición de Loyola, el padre José Calderón agradeció al Señor por su 25 aniversario sacerdotal. Le acompañaron Monseñor José Vicente Nácher, quien presidió la Santa Misa y algunos presbíteros. Asimismo, fue acuerpado por su comunidad parroquial.
Durante la homilía Monseñor José Vicente destacó un gesto eucarístico que se realiza precio a la consagración, cuando se prepara y se conjunta el vino con el agua, “Está gota de agua, signo de nuestra participación en la vida Divina de quién ha querido participar de nuestra condición humana” reza la oración que realiza el sacerdote y teniendo esta figura, indicó que, “Dios no es un añadido a nuestra existencia, sino que nuestra vida existe por Él, Dios está en nosotros y entre nosotros es un ser personal y de amor que rompe el absurdo de la rutina. Dios ser personal y de amor rompe el absurdo de nuestra soledad”.
Monseñor Nácher profundizó en la misión de los sacerdotes y afirmó que, “Si no tuviéramos ese temblor ante lo que hacemos Es decir. Esa conciencia de nuestra pequeñez y limitación. no le dejaríamos actuar a Dios lo que nosotros hacemos aún el más preparado y capacitado el más fuerte y el más hábil de nosotros”. Monseñor destacó que “Es la acción de Dios que va más allá de lo que nosotros esperábamos”.
Al finalizar la Eucaristía, se leyó una breve biografía de la misión que Dios le ha encomendado. Posteriormente, se tuvo un ágape para agradecer a Dios por la vida y misión del presbítero José Calderón.
Alejandro López, feligrés de la parroquia afirmó que, se viven “un momento historico, nos embarga la alegría y nos sentimos orgullosos de que esta comunidad cuente con un excelente ser humano, con un sacerdote excepcional decicado a los más necesitados de nuestro país, siendo el de nacionalidad panameña pero que su vida la ha entregado por completa a Honduras, esta que tambien es su patria”
“Es por eso que toda la comunidad en signo de alegria y agradecimiento nos hemos unido para llevar acabo esta linda celebracion” detalló.