Los acercamientos en pro del servicio, también son un don que Dios manifiesta en personas cada día y es un hecho que el servir como testimonio, engrandece la espiritualidad en cada creatura que Dios ha dado vida. Recién pasó la fiesta de San Francisco de Asís y el fervor cristiano no deja de manifestarse dentro de la Iglesia Católica, ya que, en muchos templos del departamento de Olancho, se tiene como su santo patrón al santo protector de la casa común y, por lo tanto, se dieron algunas actividades que resaltan la entrega a él por su intercesión.
La presencia de cinco hermanos, dos al aspirantado y tres al noviciado en la Orden Franciscana, pero todos en la vida seglar, dio una alegría fraterna, ya que con la incorporación de ellos se agranda la familia devota al Santo de Asís, así que caminar siguiendo sus pasos, está abriendo puertas para ser más y buenos ciudadanos que cuidan al prójimo. “Iniciar en este caminar es una entrega”, reconocieron Carlos Hashimoto y Rosemary Díaz, quienes, identificados con el Tau (signo franciscano), desde el inicio de su aspirantado, empezaron su formación dentro de esta orden seglar, mientras que, Norma Sagrario Rivera, Ramón Fortín y Leslie Cálix, quienes llevan un tiempo de formación ahora pasaron la etapa del noviciado previo a profesar los votos seglares.
El noviciado es el último paso para la profesión laical de los tres votos: castidad, pobreza y obediencia. Este acto solemne se realizó en la catedral Inmaculada Concepción de María en Juticalpa y lo ofició fray Efrén Bolaños, perteneciente a la comunidad de Dulce Nombre de Culmí, quien aprovechó a pedir porque haya paz en el vecino país hermano de Nicaragua. La Orden Franciscana Seglar, es la rama de la familia franciscana, formada por feligreses y miembros del clero secular que participan de la vida fraterna, apostolados y realizan la Profesión de la Regla y de los Consejos Evangélicos.