La elección presidencial de Honduras para el período 2022-2025 se realizó hace exactamente una semana en conjunto con las elecciones de diputados y alcaldes; la votación contó con una alta participación ciudadana, rompiendo el récord de las últimas elecciones; las aglomeraciones fueron evidentes en muchos puntos de votación a pesar de la exhortación a mantener la distancia de seguridad de 1.50 metros en el contexto de la pandemia por COVID-19, y si se mantiene la tendencia del primer informe oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE), Honduras ha dado un giro a la izquierda y ha elegido a una mujer para conducir el país por los próximos cuatro años.
Pese a los pronósticos y preocupaciones que el proceso electoral generaría violencia tomando como antecedentes y amparados en los tristes acontecimientos de las elecciones de 2017, el pueblo hondureño ha dado clases de civismo al acudir a las urnas y de madurez política para aceptar los resultados.
Es destacable que el CNE de Honduras, como máxima autoridad electoral en el ámbito administrativo, técnico y logístico, creado mediante reformas constitucionales en enero de 2019 durante el gobierno nacionalista, ha superado todas las expectativas y ha cumplido de manera seria y responsable con la tarea de dar credibilidad al proceso.
Una vez conocidos los resultados preliminares que le dan una amplia ventaja en relación a su más cercano contrincante del oficialismo el señor Nasry Juan Asfura, en conferencia de prensa desde la sede del Partido Libre, la virtual presidenta de Honduras y primera mujer que asumirá el cargo, se declaró ganadora y prometió cambios en el país.
Xiomara Castro, prometió un gobierno de reconciliación, de paz y justicia, además de realizar consultas populares para gobernar a través de gobiernos locales con la finalidad que “nunca más se abuse del poder”.
“A partir de este momento el pueblo será el vigente eterno en Honduras, vamos por una democracia directa, vamos por una democracia participativa y hoy le tiendo la mano a mis opositores porque no tengo enemigos. Llamaré a un diálogo con todos los sectores de la nacionalidad hondureña para encontrar puntos de coincidencia que nos permite conformar las bases para un próximo gobierno”, agregó en su discurso.
Además, reiteró que cumplirá todas las promesas y acuerdos que hizo en campaña política vamos a entregar alma, vida y corazón para garantizar una patria diferente, justa, equitativa, una Honduras libre e independiente”, dijo.
Esas declaraciones provocaron reacciones en muchos sectores de la sociedad hondureña, entre ellos, el portavoz de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica de Honduras, quien a través de la red social Twitter apuntó e hizo un especial llamado a la persona que guiará los destinos de Honduras durante los próximos 4 años: “A la nueva presidenta electa se le confía la tarea de reconciliar y unir al país. Todos debemos contribuir a ello con criterio y madurez”, sostuvo.
Todos aspiramos a vivir en paz, con el respeto a nuestra dignidad y propiedad y es claro que el objetivo es alcanzar una armonía social, en la que los sujetos tengan una elevada conciencia de la consecuencia de sus acciones, además de habilidades ciudadanas para el manejo de conflictos, aprender a manejar y/o evitar futuros conflictos.