La santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una llamada que todos podemos vivir en nuestro día a día. En la exhortación Gaudete et Exsultate, el Papa Francisco nos recuerda que la santidad está al alcance de todos, incluso en los actos más simples. Aquí te compartimos 5 consejos prácticos para vivir la santidad en lo cotidiano basados en esta valiosa exhortación apostólica.
1. Confía en que la santidad es para ti
No hace falta ser perfecto para ser santo. La santidad consiste en ser fiel a lo que Dios pensó al crearte. Como dice el Papa:
“No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida ni alegría. Todo lo contrario, llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó.” (GE, 32). Empieza aceptando este llamado y confiando en que puedes vivirlo en tu vida diaria.
2. Sé santo en las pequeñas cosas
Los gestos de amor y dedicación en lo cotidiano son actos de santidad. Cocinar para tu familia, ayudar a un amigo o cuidar de un enfermo son ejemplos concretos. Francisco destaca: “Me gusta ver la santidad en los padres que crían con amor a sus hijos, en los hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa.” (GE, 7). Realiza tus tareas diarias con amor y dedicación.
3. Vive las Bienaventuranzas
Jesús nos dejó un camino claro hacia la santidad en las Bienaventuranzas. Por ejemplo, ser misericordioso, tener un corazón puro o trabajar por la paz. El Papa lo describe así: “Jesús explicó con toda sencillez qué es ser santos y lo hizo cuando nos dejó las Bienaventuranzas.” (GE, 63). Reflexiona sobre cómo puedes aplicar estas enseñanzas en tu vida diaria.
4. Haz del amor tu prioridad
La santidad no se mide por grandes acciones, sino por la cantidad de amor que ponemos en cada cosa que hacemos. Francisco señala:
“Una persona que ve con ojos de fe sabe que necesita trabajar en lo pequeño para dar lugar a algo grande que Dios haga en su vida.” (GE, 169). Dedica tus esfuerzos al servicio de los demás con amor sincero.
5. Sé testimonio de alegría y fe
La santidad se refleja en nuestra actitud y cómo inspiramos a los demás. El Papa dice que:
“La santidad es el rostro más bello de la Iglesia.” (GE, 9). Tu testimonio diario, lleno de fe y esperanza, es una manera poderosa de vivir la santidad.