San Pío X, conocido como el Papa de la Eucaristía

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Giuseppe Melchiore Sarto, quien en 1903 fue elegido sucesor de San Pedro, tomó el nombre de Pío X, hoy en los altares conocido como San Pío X, se conmemora su memoria cada 21 de agosto.

Proveniente de una familia pobre y numerosa, un 2 de junio de 1835 nació. Diversos historiadores y biografías destacan que desde pequeño le gustaron los estudios, especialmente aprender el catecismo. Fue monaguillo y desde joven, dijo que quería ser sacerdote.

En 1850, ingresó al Seminario en Padua, Italia y ocho años más tarde, un 18 de septiembre de 1858, fue consagrado sacerdote para siempre. Se destacó por su gran caridad y la elocuencia de sus prédicas, que provocaba muchas conversiones. Desde muy joven, se notaba su amor a la Eucaristía, y la ternura que tenía por la Virgen María.

Fue elegido obispo para la Diócesis de Mantua. En 1893, el Papa León XIII le nombró Cardenal y lo trasladó a Venecia. El ahora Patriarca de Venecia daría muestras de ser un celoso pastor y laborioso “jornalero” en la viña del Señor. En ningún momento cambió su modo de ser: siempre sencillo, siempre muy humilde, siempre ejemplar en cuanto a la caridad. 

Tras la muerte de León XIII, fue elegido Papa. Una vez elegido, no le cabía duda alguna de que el Señor le pedía a él sostener firmemente el timón de la barca de Pedro, en medio de una época que se presentaba como muy difícil.

Promovió la comunión diaria

Benedicto XVI recordó que San Pío X, en el motu proprio Tra le sollecitudini, afirma que el “verdadero espíritu cristiano tiene su primera e indispensable fuente en la participación activa en los sagrados misterios y en la oración pública y solemne de la Iglesia”.

“Por eso recomendó acercarse a menudo a los sacramentos, favoreciendo la recepción diaria de la sagrada comunión, bien preparados, y anticipando oportunamente la primera comunión de los niños hacia los 7 años de edad, ‘cuando el niño comienza a tener uso de razón’”, añadió.

En aquel tiempo los fieles comulgaban  muy rara vez. La comunión diaria o muy frecuente se consideraba como algo extraordinario y aún indebido.

Caridad

Al igual que el Papa Francisco en el siglo XXI, el Papa San Pío X también creó un espacio para que personas necesitadas se refugiaran en el Vaticano.

Tal acción ocurrió luego del terremoto ocurrido el 28 de diciembre de 1908 que afectó la ciudad de Messina, lugar donde el Papa permitió que se abriera el hospicio de Santa Marta (junto a la Basílica de San Pedro) para los refugiados y personas sin hogar.

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