En su escritorio, con su equipo de locutor de radio en la cabina de los 910 am, “La Voz de Suyapa” y luciendo su estilo único que lo identifica con una boina, así encontramos a Pedro Miranda Aguilar, un hondureño que habita en San Juan de Ojojona, padre de cuatro hijos y esta felizmente casado. Pedro es un apasionado del arte. Disfruta bailar danzas folclóricas o tocar la guitarra, pero, sobre todo, ama compartir con su familia y estar siempre con las personas que más lo necesitan.
Para Aguilar, el ser papá no ha sido fácil y en este mes que celebramos el Dia del Padre recordando la figura de San José, con lágrimas nos confiesa que él no quería ser papá, ya que temía fallarles a sus hijos y no darles lo mejor. “Con la ayuda de mis ellos y con el paso de la vida, he aprendido a ser padre, ya que, para optar este título, no se reciben clases en ningún centro educativo, ni hay diplomados, ni clases virtuales, toca aprender, pero sin duda esto es un regalo divino, y mi mayor tristeza es que no he podido darles lo que ellos necesitan.
Abunda el amor, la comunicación, somos felices, pero me entristece que por la falta de dinero no he logrado darles muchas cosas que solo se pueden cumplir teniendo una mejor posición económica”, nos detalla. Mientras sigue secando sus lágrimas, que hacen brillar aún más sus ojos, este orgulloso papá, cuenta que hoy puede decir que sigue aprendiendo, a ejemplo de San José, a ser un mejor hombre, un espejo para sus hijos, que son su motor de vida; esa es la frase que todos los días le dice uno de ellos “Papi, sonríale al mundo, porque hoy se lo come”. “Sin duda que esas palabras me motivan a seguir siendo su guía, aconsejándolos y dejándolos que se caigan, pero hacerles ver que siempre estarán mis manos para levantarlos”, nos comenta Pedro.
Realidad
Después de ese testimonio de Pedro, esta la otra realidad es que hoy en día hay muchas familias desintegradas y la alegría de un hogar completo, a ejemplo de la Sagrada Familia, no se refleja, ya que no se cuentan con esa figura de papá en el hogar y esto por diversos factores, como la migración, la violencia, el desempleo, u otras realidades. Para la psicóloga Flor Zabala, la ausencia de la figura paterna trae consecuencias negativas en el desarrollo de los niños, como problemas emocionales en la conducta y hasta en lo académico, por lo que dice que “Hay que saber canalizar los eventos que no corresponden a un niño, pero sí al adulto poder manejarlos, para poder tener el desarrollo, ya que los hijos no son culpables, de la inmadurez que tuvieron los padres”.
Consejo
Para el Presbítero y Vicerrector del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa (SMNSS), Padre Carlos Rubio, un padre de familia debe de educar y se protector de la vida. “Ser papá es una misión y está llamado a ser el sostén y el ejemplo del hogar, sabiendo que debe ser responsable, aunque tenga dificultades ya que eso nos enseñó San José”, dijo. Además, el sacerdote aconseja que tomando en cuenta tantos distractores que hay hoy en día para guiar a los hijos por el buen camino, el papá en todo momento no debe olvidar su vocación. “Tener ese diálogo permanente con la familia y los hijos, en muchas ocasiones es tan difícil, pero se puede lograr, eso sí, sin querer ser amigo de sus hijos, que es el error que cometen muchos padres, ya que son papá e hijo (a) no amigos y se debe siempre de respetar la figura de obediencia”, comentó el Padre Carlos. Asimismo, agre- ga que “un verdadero papá, es el que procura tener ese control de las redes sociales y la tecnología, en general que es el ‘enemigo’ número uno de los niños y adolescentes, pero educarlos, solo se logra, con paciencia, confianza y, sobre todo, enseñándoles la fe y amor a Dios que debe prevalecer siempre”.
1 Virtudes
San José, como figura clave en la vida de la Virgen María y Jesús, es un ejemplo de virtudes para todos los padres, ofreciendo un camino para aquellos que buscan esta vocación. Dentro algunas virtudes que se destacan del papá adoptivo de Jesús están; la fe, la obediencia, y la humildad.
2 Fe
profunda Este hombre santo, mostró una fe inquebrantable en Dios. A pesar de los desafíos y las circunstancias difíciles, siempre confió en la voluntad divina. Su fe se manifiesta en su disposición a aceptar la misión de ser el padre adoptivo de Jesús sin cuestionar los planes de Dios, solo ser obediente.
3 Humildad
El padre adoptivo de Jesús, vivió su vida de manera discreta y sencilla. A pesar de ser el esposo de la Virgen María y el padre adoptivo de Jesús, no buscó nunca el reconocimiento ni la gloria. Su humildad se refleja en su vida cotidiana como carpintero y en su dedicación silenciosa a su familia.