En el tercer día del viaje apostólico por Eslovaquia, el Papa Francisco visitó la comunidad de gitanos de Lunik IX y les recordó que no están al margen del a Iglesia, “Nadie en la Iglesia debe sentirse fuera de lugar o dejado de lado. No es sólo un modo de decir, es el modo de ser de la Iglesia”.

Estas palabras llegaron al corazón de más de cinco mil personas que lastimosamente viven en condición de pobreza y marginados por la sociedad, que son atendidos únicamente por una comunidad salesiana a cargo del Padre Peter Besenyei. “siéntanse siempre en casa en la Iglesia y nunca tengan miedo de estar aquí. ¡Que ninguno los deje, a ustedes o a cualquier otra persona, fuera de la Iglesia!” replicó el Pontífice.

En este lugar, hizo una fuerte crítica contra aquellos pensamientos que solo buscan juzgar a este tipo de personas, encasillándolas en estereotipos que solo sirven para discriminarles, “demasiadas veces han sido objeto de preconceptos y de juicios despiadados, de estereotipos discriminatorios, de palabras y gestos difamatorios. De esta manera todos nos hemos vuelto más pobres, pobres de humanidad. Lo que necesitamos es recuperar dignidad y pasar de los prejuicios al diálogo, de las cerrazones a la integración” les dijo.

Al Padre Peter y a todo su equipo, dedicó unas emotivas palabras de agradecimiento y les dijo que “Sigan adelante en este camino que incluye a los últimos, construye fraternidad, siembra la paz. No tengan miedo de salir al encuentro de quien está marginado. Se darán cuenta de que salen al encuentro de Jesús. Él los espera allí donde hay fragilidad, no comodidad; donde hay servicio, no poder”.

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