Llamados a reconocer a María como Madre de la Iglesia y madre nuestra

Esta advocación es una fiesta que nos ayuda a reconocernos como discípulos de Jesús a ejemplo de su madre

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Cada lunes posterior a la solemnidad de Pentecostés, la Iglesia recuerda la memoria litúrgica de María, bajo el título de “Madre de la Iglesia”. Entender esta advocación nos debe llevar a contemplar las primeras comunidades cristianas conocidas en el libro de los Hechos de los Apóstoles. En este escrito se la presentan al frente de la fe y de la oración, alentando la unión de los discípulos, primero esperando la venida del Espíritu y después viviendo el fuego del amor de Dios.

Pentecostés

Posterior al denominado “cumpleaños de la Iglesia” que se vive en Pentecostés, la comunidad eclesial está presente. De hecho, como lo recuerda el presbítero Rodolfo Varela, párroco de la comunidad Nuestra Señora de la Visitación, la Virgen María no es apóstol, pero es conocida como la primera discípula del Señor. “Ella vivió un Pentecostés mucho antes que los discípulos, cuando recibió la anunciación” detalló. Ella se convierte en el “corazón” que llena de calor a la primera comunidad cristiana, afirman los teólogos.

La doctora Gema Téllez, devota de la Virgen María, considera que esta celebración nos recuerda que en todo nuestro caminar hacia Jesús ella es la que nos acompaña, la que nos toma de su mano y cuida de nuestro recorrido. “Todos los días hay que pedirle a ella su compañía saludándole ya sea con el Ángelus o el rezo del Santo Rosario para sentir su cercanía”, confiesa. El sacerdote y misionero Juan Ramón Moncada, explica que, por la adopción filial de Dios Padre, nos convertimos en hermanos de Cristo y hermanos los unos de los otros. “Cristo es la cabeza de ese cuerpo al que todos pertenecemos y al que estamos íntimamente ligados. Al ser María la madre de la cabeza a quien todos estamos unidos, se convierte también en la madre de todos nosotros: La Iglesia”, concluyó.

1 Maternidad

El Evangelio de San Juan nos recuerda que la Madre de Dios está siempre bajo nuestra custodia, al decir: “¡Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre!”

2 Devoción

En Polonia y Argentina y en algunas órdenes religiosas, la celebración de la memoria litúrgica de María, Madre de la Iglesia, está muy extendida.

3 Letanía

En 1980, Juan Pablo II introdujo en las letanías lauretanas la veneración de la Virgen como Madre de la Iglesia.

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