“La vida no es un azar, ni un accidente ni un capricho de los astros o de lo que nos quiere meter la Nueva Era”

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Sabemos nosotros que el futuro le pertenece a Dios por eso guardamos con firmísima esperanza, como en este tiempo de confinamiento, hemos estado esperando.

El Padre Carlo Magno Núñez en la Misa diaria, de este martes 2 de junio en su homilía expresó que la primera lectura utiliza los verbos que aparentemente se contradicen, esperar y apresurar, podemos pensar en efecto que esperar es no hacer nada, confundimos esperar con el simple aguardar.

El Padre Magno manifestó que “es la esperanza del cristiano afirmar el futuro entonces si afirmar que algo en particular ha de suceder en el futuro y que solo a Dios le pertenece ese misterio y que nosotros tenemos que confiar en ese Dios de la vida, nosotros afirmamos el retorno de Cristo y su gloriosa manifestación, algo que no puede ser deducido de la historia y sin embargo abarca de modo absoluto la misma historia”.

El Apóstol Pedro nos dice “apoyados en esa esperanza, pongan todo su empeño en el Señor para que los halle en paz con Él, sin mancha ni reproche para aquel que sabe quién es el Señor y ante quien a de comparecer todos los pueblos, la vida no es un azar, ni un accidente ni un capricho de los astros o de lo que nos quiere meter la Nueva Era”.

El Sacerdote dijo “pongamos nuestra confianza y nuestra esperanza en Dios eso es lo que nos dice en síntesis, el apóstol Pedro, el primer Papa de la Iglesia, que escribe a la comunidad para dar ánimo, en el evangelio encontramos den al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios”.

Además resalto que “este tema del evangelio es un tema sobre el cual han corrido ríos de tinta, Cristo es confrontado con una pregunta capciosa entre toda, hay que pagar impuesto al emperador romano, estar a favor era aprobar la invasión extranjera, estar en contra era declararse en rebeldía contra los romanos y poder ser denunciado como amotinador, como agitador social”.

Magno resaltó que “hay cosas que son propias del orden temporal, que están significadas por lo que es del César, y las cosas del orden espiritual lo que es de Dios y hay que entender varios órdenes, esto implica las responsabilidades de civiles, no deben suplantar, ni pueden ser suplantadas, ni impedidas por las responsabilidades que conlleva la fe un poco más allá y arribamos a la teoría de los dos reinos que manifestaba Martín Lutero o la separación estricta entre Iglesia y Estado”.

Por otro lado mencionó “no está mal pagar los impuestos a quien tiene autoridad como gobernante, pero eso no excluye para aportar para el culto y para el templo y la última un poco más sutil devuelvan al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

 

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