La politización de los órganos electorales es el epicentro de la crisis

Incertidumbre y polémica han generado comicios primarios. Ante esta situación, la sociedad civil advierte sobre el riesgo de escenarios violentos en el país

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Previo al proceso electoral primario, diversos sectores se pronunciaron advirtiendo que, de no existir transparencia y reglas claras, se podría provocar el desencanto de la población a ejercer el sufragio; otros extremos apuntaban a una polarización de la sociedad aún más fragmentada con escenarios violentos que no son nada alentadores.

Diferentes organizaciones que integran la Red por la Equidad Democrática en Honduras (REDH), han expresado el peligro de una división de la sociedad similar o peor a las vividas en las elecciones pasadas de las que aún hay secuelas.

Democracia

El pasado 4 de marzo, la Pastoral Social Cáritas de Honduras destacaba que “Nuestra democracia es como un enfermo con agonía prolongada. Todos los síntomas indican que su salud se va deteriorando día a día, aunque para una gran parte de la población la democracia murió hace años, el desencanto por su accionar y la desesperanza ante su tardía recuperación hicieron que desapareciera de la mente de muchos hondureños”.

También manifestaban a través de su sección Apuntes, que “tenemos una política ciega y sorda, no ve la miseria del pueblo, no escucha el clamor de un pueblo y que hace años a gritos reclama cambios en la conducción del Estado, en cambio tenemos unos partidos políticos preocupados hasta el extremo por mantenerse en el poder”.

Se esperaba que este mensaje junto a otros pronunciamientos de sociedad civil llegara a la conciencia de algunos políticos y se generará un cambio, sin embargo, parece que los vicios del pasado persisten y solo importa alcanzar el poder a cualquier precio. Luis León director del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), destaca que los partidos y los políticos no han sido la respuesta para el pueblo hondureño. “La sociedad ha sufrido un desgaste creyendo en una clase política que no ha dado resultados” enfatizó.

Por su parte, Lester Ramírez, miembro de sociedad civil, no considera que una nueva Ley sea la solución. “El retraso del Consejo Nacional Electoral (CNE), no abona en nada a la tranquilidad de la sociedad, que se mantiene en un clima de polarización y esto se debe a la politización de los órganos electorales” advirtió. Politización Mantener una partidización de los entes electorales generaría tarde o temprano conflictos de interés que lejos de acércanos a procesos más democráticos y transparentes nos alejaría de los mismos.

Se cifraron muchas esperanzas en las tan afamadas reformas electorales que a criterio del exmagistrado del extinto Tribunal Supremo Electoral, Denis Gómez, no fue más que la repartición de cargos para tres partidos políticos, pero nunca hubo un interés real por adecentar los procesos electorales con reformas reales como la ciudadanización de las mesas y despolitización de los órganos electorales.

“Todo apuntaba a una lucha de poder por mantener el control” puntualizó. Desconfianza Desde la creación del CNE y la inclusión de la abogada Rixi Moncada, militantes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), plantearon varias hipótesis en las que decían que el nuevo ente era más de lo mismo, con la diferencia que su partido habría logrado ganar terreno. Por otra parte, sin una nueva Ley Electoral y en un año donde aún existe la pandemia del COVID-19, se avizoraba un proceso atípico.

La abogada Moncada así como la presidenta del CNE Ana Paola Hall, encendieron las alarmas de un posible boicot, lo que puso en alerta a la sociedad hondureña que se mantenía expectante del proceso, pero la duda y desconfianza crecía ante la ausencia de la consejal Paola Hall, quién por complicaciones de salud se ausentó en fechas que eran críticas para este ente electoral que debía tomar decisiones urgente previo a la contienda primaria.

La presión de Moncada hizo que Hall retornara previo a su periodo de reposo por salud para afinar detalles, ambas consejeras denunciaron que se buscaba frenar el proceso a toda costa, pero ellas aseveraban que nada detendría el desarrollo de la democracia en Honduras.

Elecciones

La falta de transmisión de resultados electorales preliminares conocido como TREP, generó el mal sabor de boca en la población y la autoproclamación de los precandidatos como vencedores de la contienda agudizó aún más la confianza y credibilidad en el mismo, pero luego de más de 72 horas sin resultados, se dio a conocer el miércoles 17 del presente mes, pasados unos minutos de las 9 de la noche el primer corte de manera oficial por el CNE, en el que se reflejaron las tendencias que se presentaron a boca de urna, por parte de los medios. Aún hay mucha tela por cortar en este proceso primario y no se avizora un cambio para las generales que, como ya ha expresado la consejal Rixi Moncada, las reglas de momento serán las mismas.

Exigen procesos transparentes

Los miembros de la sociedad civil han emitido varias peticiones luego de las elecciones primaras y para evitar lo mismo en las generales, con las que han hecho hincapié a las fuerzas políticas para que vean más allá de su desconfianza y confrontación para asegurar la integridad del proceso recién pasado y demostrar que todo se resuelve respetando el voto y no con fraude o violencia. Rafael Jerez, de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) dijo que “Con el trasfondo de la pandemia de COVID-19, los huracanes Eta y Iota y una sociedad sin esperanzas, los hondureños debemos encarrilar al país hacía la estabilidad respetando resultados”.

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