Lo iniciado el 08 de diciembre de 2021 está a punto de concluir, un periodo de gracia para la Iglesia Católica de Honduras donde las manifestaciones públicas de fe, las celebraciones litúrgicas, la formación permanente y los esfuerzos de comunión, marcaron otro hito en el catolicismo hondureño.
Afianzamiento
El tiempo jubilar enmarcado en la fe a la Virgen María, ha hecho brotar que “Tengamos una mayor aceptación de nuestra Madre en cada corazón de los hondureños y poder decir ‘sí’ como ella lo hizo”, así lo afirma José Luis Parada, predicador católico del Ministerio Espada de Dios, que además expone que “este año nos ha enseñado a abrir los corazones, hemos aprendido a comprometernos en la fe no para sobresalir sino para ponernos al servicio del Señor, de la Virgen y de los más necesitados de palabras de aliento”.
Ecos
El padre Cecilio Rivera, vicario de la Basílica de Suyapa, considera que “Este año fue de gracia para toda la Iglesia y debe habernos servido para crear nuevos caminos hacia el Señor, conducidos por su Madre”. Con esto, el presbítero Rivera, da a entender que el Año Jubilar, tuvo que “ser un punto de lanza para una renovación eclesial, que cree en cada fiel, el deseo ardiente de la evangelización a ejemplo de Santa María”, afirmó el sacerdote. La indulgencia plenaria fue una de las grandes gracias otorgadas a este Año Jubilar Mariano, la Basílica de Suyapa entregó unos cuatro mil certificados de fieles que cumplieron cada requisito y lograron el santo beneficio.
