Fray Escoba y sus milagros en favor de los pobres

0
660

El piadoso fraile San Martín de Porres, seguiría con sus obras de misericordia como hasta entonces: recogía enfermos o heridos para cuidarlos, hasta el punto que poco a poco convirtió el convento en un hospital, lo que provocó protestas de otros religiosos, ya que infringía la clausura. También curaba animales heridos, y aunque administraba medicinas a los enfermos, sobre todo les hacía recuperar la salud por el contacto con sus manos, que obraban milagros.

 Pudo fundar el Asilo de Santa Cruz para acoger vagabundos, huérfanos y otros desafortunados, gracias al apoyo y generosidad de cuantos veían en Martín a un hombre de Dios; incluso el mismo Virrey, Don Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, daba personalmente, cada semana al fraile mulato, una generosa cantidad de dinero.

MILAGROS

  Fueron muy famosos y conocidos sus éxtasis y levitaciones, así como el don de la bilocación, confirmado por numerosos testigos. Pero por encima de todo, destacó Martín por su profunda y sincera humildad y entrega sin reservas a los pobres y enfermos. Cuando se desató una gran epidemia de viruela en Lima, el santo trabajó día y noche para ayudar a enfermos y moribundos y debido al esfuerzo que realizó, cayó enfermo y supo que su vida en este mundo llegaba a su fin. El Virrey, al enterarse de la agonía de Martín de Porres, se apresuró a su lecho para besar por última vez la mano de aquél Santo.

San Martín de Porres fue un ejemplo lleno de humildad, devoción a Dios y total dedicación desinteresada por ayudar a los pobres y desalojados, fue el primer santo de piel negra del continente americano,  que tocó espiritualmente a un pueblo entero en su tiempo. Gracias a los Milagros de San Martín de Porres su veneración se ha extendido por todo el mundo católico.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí