En este Adviento no olvidemos que sin cruz no hay resurrección

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La Eucaristía de este 14 de diciembre fue oficiada por el padre Rodolfo Varela en la Basílica  quien en su homilía manifestó Jesús siempre le sale adelante a los pobre fariseos, que tratan de tenderle una trampa, parece divertido como Jesús les pode esta pregunta a ellos que sabe que no van  responder para negarse a responder lo que ellos les están preguntando.

El Padre dijo que alguna vez quizás nosotros nos hemos molestado con alguien que han dicho que somos x o y persona,  o de esta  manera  y nosotros nos podemos molestar porque podemos decir es mentira yo no soy así, quien es esta persona para decir que me conoce, cuando no me conoce.

Además se preguntó ¿Quiénes de ustedes podrían decir esta persona me conoce a profundidad?, ¿Esta persona me conoce realmente?,¿Esta persona si puede decir quién soy yo? “tienen que ser contadas con los dedos de las manos, las personas que te conozcan a profundidad, ella aun con el conocimiento que tenga de ti, no sabe todo de ti, es imposible, ni en los matrimonios, porque se van conociendo al correr de los años y aun así pasan los años y se siguen conociendo”.

Porque seguimos aprendiendo, todos seguimos creciendo, todos seguimos cambiando, entonces serán nuevas etapas las que seguirán conociendo, las que irán descubriendo uno del otro.

Lo mismo es con Jesús, resaltó quien puede decir que conoce  Jesús, los fariseos quieren saber con qué autoridad hace lo que hace, dice lo que dice, quien puede conocer a totalidad a Jesús, ni los mismos discípulos, ni los evangelistas.

Nos dice San Juan de la Cruz, el santo que estamos celebrando hoy en el oficio de lectura, “tantas cosas que dijeron los santos doctores y las santas  almas, de los misterios de Jesús, de su relación con Jesús y  aun así de todo lo que han dicho se quedan cortos en todo lo que se tendría que decir de Jesús”.

Y porque es esto nos dice San Juan de la Cruz, “aquel que negó asimismo por amar la cruz, es que para conocer más a profundidad al Señor, la puerta del conocimiento es la puerta de la cruz y esa puerta es angosta y esa puerta es deseada, pero muy pocos nos dice el Señor, son pocos los que entran por la puerta angosta y lo mismo los fariseos no querían entrar por la puerta angosta de la cruz, ellos querían la buena vida”.

Nos dice San Juan de la Cruz, “todavía son muy pocos, los que desean entra por esta puerta angosta de la cruz, más son muchísimos los que desean recibir, los beneficios que conlleva  pasar por esa puerta angosta de la cruz”.

El sacerdote sostuvo que ciertamente todos anhelamos la vida eterna, todos anhelamos el reino de los cielos, todos anhelamos el paraíso, pero muy pocos estamos dispuestos  a pasar por la puerta angosta de la cruz, porque queremos omitir pasar por alto la cruz, el sufrimiento el dolor y Cristo no omitió la cruz, ni el sufrimiento ni el dolor lo trascendió.

Y por último indicó  a eso estamos invitados nosotros a trascender la cruz, no omitirla no a dejarla a un lado, a tomarla a cargarla, atravesarla y superarla pero esto solo de la mano de Cristo y allí iremos conociendo a profundidad quien es Cristo e iremos conociendo a profundidad que autoridad hacía lo que hacía, no del todo luego tendremos un conocimiento, más sabio, más profundo más santo de quien era Cristo, cosa que no pudieron alcanzar los fariseos y letrados de la época.

En este Adviento no olvidemos que sin cruz no hay resurrección concluyó .

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