Ser peregrino no cansa, y cuando la búsqueda es sinónimo de fe, al final, la recompensa es grande, así como de grande es el Señor. Este fue el sentimiento expresado por los participantes del cursillo 116 para hombres, realizado por el Movimiento Cursillos de Cristiandad (MCC) de Juticalpa, que se llevó a cabo en las instalaciones del centro de formación Fray Diego Vela de esa misma Diócesis, en donde 23 hombres, ahora son miembros este movimiento eclesial y que, por consiguiente, esa “hoguera” de colores está cada día más encendida. Durante tres días fue esta jornada de entrega en la cual, en ese tiempo, se tomó en cuenta la disciplina, devoción y fe entre otros elementos fundamentales que son estructurales para mantener esa armonía entre sí, para tener, desde luego, un mejor sentimiento de servir al prójimo. Walter Bueso, rector del MCC de Juticalpa, se mostró contento con esta participación y dijo que “¡De colores hermanos!, realmente que siempre están encendidos nuestros corazones y lo pudimos ver en este cursillo 116, donde el Espíritu Santo se derramó sobre estos 23 hermanos, los que serán perseverantes ante el Señor”.
Participación
Con estos nuevos hermanos del MCC, se inició una caminata desde la entrada del bulevar de Juticalpa hasta la Catedral Inmaculada Concepción de María de esta ciudad, en donde se les recibió con canticos alegres, tal como se hizo durante el recorrido. La Misa fue presidida por el Párroco de Catedral, Padre Enrique Ruiz, también estuvo presente el Diacono José Sarmiento de la Parroquia Santa Ana del municipio de campamento, departamento de Olancho. Para la realización de este cursillo, se contó con la colaboración de 30 personas y, como cursillistas, se vive una vida en gracia; por lo tanto, se empieza un acompañamiento a estos hombres nuevos durante tres meses.