Entre lágrimas, dolor, oraciones, cantos, pero con la esperanza de la resurrección este día en horas de la mañana se dio Cristiana Sepultura, a un hombre que destaco como un buen pastor y párroco dentro de su comunidad, el Padre José Enrique Vásquez, quien fue asesinado el pasado 02 de marzo (Miércoles de ceniza), en la zona norte del territorio nacional.
Reconociendo que ha partido a la Casa del Padre, los restos del consagrado fueron enterrados en un Campo Santo, en su comunidad de origen.
Sus restos fueron velados y acompañados en la Catedral de la Diócesis de San Pedro Sula, para luego ser llevados por sus familiares a la tierra que le vio nacer y crecer. El religioso destaco por su acompañamiento y servicio a los más necesitados en este sector del país, territorio que por años ha venido siendo afectado ante los crímenes de violencia e inseguridad que impera en la región.
Con un fuerte aplauso se le dio un último adías al querido Padre Quique, como fue conocido por muchos feligreses y elevando una oración al Dios de la Vida, para que su alma sea recibida.
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, y los Señores Obispos de Honduras, mediante un comunicado de prensa han hecho un llamado energético a las autoridades correspondientes, para que se comprometan seriamente en garantizar la seguridad a la población, condenando este horrible crimen que segó la vida de un ser humano, además un sacerdote de Cristo.
Terminando el escrito “Que el sacrificio de este hermano sacerdote sea fuente de muchas vocaciones religiosas, sacerdotales y laicales en nuestra querida Honduras. Rogamos al Señor Jesús que lo acoja en su Reino Eterno y le conceda el premio reservado para los siervos fieles y prudentes”.
