Hay personas que se han alejado de Dios a lo largo de toda su vida se han orientado por el mal camino y que no se les recuerda con tanto agrado.

El padre Rodolfo Varela en la Misa de hoy 18 de junio en su homilía en la Basílica manifestó “hay personas que estuvieron cerca de Dios que hicieron el bien que trataron de hacer lo mejor en su vida.

El padre Rodolfo se refirió a la Primera Lectura en la que escuchábamos “un bello homenaje al profeta Elías, todo lo que Elías hizo en vida y se le reconoce como el más grande profeta, ¿quién se podrá comparar con Elías? preguntó, ¿cómo les gustaría que los recordaran a ustedes?, ¿qué les gustaría que estuviera escrito en su tumba?, ¿cómo sería su epitafio ideal?”.

El sacerdote propuso cuatro puntos sencillos para vivir esta oración del Padre Nuestro lo primero hacer la voluntad de Dios, “Hágase tú voluntad en la tierra como en el cielo”, la voluntad de Dios hasta Jesús en su momento más crítico dijo Padre si es posible aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”.

Muchas veces sostuvo “nosotros queremos que Dios haga nuestra voluntad y somos nosotros lo que le queremos decir a Dios que hacer y por dónde ir, y yo voy por aquí y Dios nos tiene que acompañar allí, porque nosotros le decimos a Dios, y no dejamos a Dios nos muestre el camino por donde debemos de ir”.

El segundo punto al que se refirió “Danos hoy nuestro pan de cada día”, “no dice dame un carro de lujo, no dice danos una mansión, no dice danos mucho dinero, danos el pan de cada día y este pan de cada día se refiere a dos tipos de pan, se refiere al pan espiritual que es la Eucaristía el que alimenta el alma y el espíritu y también se refiere al pan material, que es lo necesario es decir el pan de cada día estamos pidiendo lo necesario”.

El presbítero dijo que Jesús nos enseña a vivir sin lujos, “recordarán otro pasaje que se le acerca un fariseo y le dice Maestro te seguiré a donde sea que vallas ¿y qué le responde Jesús? Las zorras tiene madriguera, los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza”.

El tercer punto que mencionó “Que perdone nuestros pecados” y nosotros aprendamos a perdonar a los demás, “si nosotros pedimos perdón a Dios y perdonamos al otro, vamos a tener paz también en nuestro corazón, el rencor, el enojo, la ira él, odio nos van dañando internamente y no nos dejan ser feliz, Pidámosle a Dios por nuestros pecados, pero también perdonemos a los demás y vamos a ser felices en nuestra vida”.

Por último el Padre Varela expresó el último punto “No nos deje caer en la tentación y que nos libre del mal” ciertamente hay mucho mal en el mundo, pidamos más la protección de Dios de ese mal que hay en el mundo, sea mal natural sea mal producido por el ser humano, todo tipo de mal pidamos la protección de Dios concluyó.

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