La Semana Santa es un tiempo especial para la reflexión y el encuentro con Dios. Durante esos días, la Iglesia invita a sus fieles a vivir con mayor intensidad los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Sin embargo, al concluir este tiempo litúrgico, muchos católicos se enfrentan a la dificultad de mantener viva la fe y el fervor espiritual.
Perseverancia
Para asegurarnos de que la espiritualidad adquirida durante estos días santos perdure a lo largo del año, es necesario tomar algunas acciones que nos ayuden a fortalecer nuestra relación con Dios y a vivir la fe de manera activa, el Padre Jony Murillo, administrador Parroquial de la comunidad San José de la Montaña de Tegucigalpa, nos da las siguientes recomendaciones: “La primera de ellas, es la oración diaria. Es esencial a lo largo de la Semana Santa, porque muchos se acercan más a la oración y a la meditación sobre la pasión del Señor, y también meditaremos la resurrección”.
El presbítero agrega que “este fervor puede continuar si cultivamos un momento de oración personal cada día, puede ser a través de la lectura de la palabra, a través del Santo Rosario o incluso momentos de silencio para escuchar la voz de Dios en nuestras vidas. Segunda recomendación, el servicio al prójimo”.
De igual forma reconoce que la Semana Santa nos recuerda la entrega de Cristo en la Cruz por la salvación de todos y “como seguidores de Él, nuestra misión es continuar su obra de amor y servicio. Por ende, durante el tiempo Pascual, debemos buscar oportunidades para vivir el servicio en lo cotidiano, en nuestras familias, comunidades, lugares de trabajo”. Finalmente recordó que “si vivimos con un corazón dispuesto a servir, mantendremos viva la llama que encendimos en la Semana Santa.
1 Escuchar
Durante esta Semana Santa hay que saber escuchar, ya que durante este tiempo recordaremos relatos de la pasión de Cristo, la escucha de la palabra lograra identificarnos con Jesucristo.
2 Vivir
En esta Semana Santa, se nos llama a vivir los actos redentores de Cristo con fervor y devoción. Que esta celebración nos inspire a renovar nuestra fe, a vivir en la luz del amor de Dios y a compartir esa luz con el mundo que nos rodea.
